Vivir una boda en Santiago ha sido genial. Yo desconocía Galicia la verdad y me encantó, fueron unos días conociendo el entorno y la familia de esta pareja tan tierna. Visitamos un par de pueblitos para el preboda y el gran día se celebró en el increíble hotel de A Quinta da Auga, duró todo el día con el pulpeiro y las tradiciones de allí y quedó preciosa.